CALAMA Bendición de la remodelación del presbiterio

"Me postraré ante tu santo Templo y daré gracias a tu nombre" (Salmo 138,2)

El pasado viernes 13 de octubre se llevó a cabo la bendición de la remodelación del presbiterio de nuestro templo parroquial (Parroquia Nuestra Señora de La Merced), en Calama, Chile.

La Eucaristía fue presidida por nuestro Obispo, Mons. Tomás Carrasco; concelebrada por el RP. Eduardo Winser OMD, Delegado General de la Orden de la Madre de Dios Chile-Colombia, y el RP. Javier González OMD, Párroco y Vice Delegado de la misma congregación.

Estuvieron presentes el RP. Saúl Ahumada OMD, quien sirvió como maestro de ceremonia, y los párrocos de las parroquias de Zona Pastoral Sur, Pbro. Renzo Martínez (El Salvador) y Pbro. Nicolás Sosa (Jesús Obrero). Además, estaban los diáconos de la comunidad, Humberto y Rodelindo, religiosas y el pueblo fiel de Dios.

Cada momento de la bendición fue siendo conducente a comprender el misterio que celebrábamos al retornar a la Casa de Dios: la bendición de la sede de la presidencia y la bendición del nuevo ambón, junto a la entronización de la Palabra.

En la homilía Mons. Tomás resaltó «el modo como María es aquella que nos conduce tiernamente a Jesús, porque todo de María habla de su Hijo amado. También ella, que es Madre, es a quien llevamos a nuestra casa, a nuestro corazón».

Luego de la reflexión del pastor, se procedió a bendecir el presbiterio y el lugar donde luego vendría entronizada la titular, Nuestra Señora de la Merced. Tomada por el párroco junto a la asistencia del diácono, pusieron, junto a los espontáneos aplausos, la imagen de nuestra Madre. ¡María de la Merced ya estaba en su lugar!

Posteriormente, antes de la bendición final, Monseñor hizo un momento de oración ante el Santísimo Sacramento, para luego bendecir el altar literal de la reserva eucarística.

Finalmente, junto con las palabras de gratitud y alegría de nuestro párroco, P. Javier, este entregó un presente a quienes fueron cabeza de la obra del templo parroquial: Edwin y Javier. Seguidamente se le hizo un saludo especial al P. Eduardo, quien en aquel día estaba de cumpleaños.

Antes del canto final, se procedió a firmar el acta de bendición que tuvo la presencia de tres laicas de la comunidad, quienes han promovido y sostenido el trabajo de este hermoseamiento del templo.

Damos a gracias a Dios que sigue haciendo grandes cosas en medio nuestro. ¡Gracias Señor!

Iglesia de Calama
Orden de la Madre de Dios – Chile